Las abejas están bajo amenaza
devastadoramente, un tercio de las abejas silvestres británicas ahora está en declive y este patrón de disminución es común en muchas regiones del mundo. Esto tiene consecuencias insondables para el planeta.
Las abejas están siendo amenazadas por varias fuentes, y principalmente giran en torno a cómo explotamos los recursos naturales del planeta.
Los cambios en la forma en que usamos la tierra han destruido muchos hábitats cruciales para la supervivencia de las especies polinizadoras. Nuestra agricultura moderna intensiva se ha apoderado de muchas hermosas áreas naturales, como prados de flores silvestres, estanques y bosques, todo lo cual ayuda a la población de abejas a prosperar. Las áreas naturales, verdes y llenas de flores brindan a las abejas el alimento que necesitan para una dieta saludable, y con la pérdida de estas áreas, la población de abejas está sufriendo.
La agricultura no es la única culpable. Las nuevas urbanizaciones también invaden estos espacios naturales. El desarrollo urbano a menudo se apodera de estos hábitats cruciales, afectando irreversiblemente la biodiversidad local.
El cambio climático también es un factor importante, ya que cambia ligeramente las estaciones naturales cada año. Las temperaturas fluctuantes significan que el florecimiento y la floración pueden ocurrir en momentos inusuales, creando problemas para las abejas, ya que dependen de estos para alimentarse. También significa que los hábitos de anidación de las abejas se ven afectados, y los inviernos más cálidos pueden hacer que emerjan demasiado pronto. Ver una abeja zumbando fuera de temporada se está convirtiendo en algo muy común.
Los pesticidas también están causando una disminución en la población de abejas. Aunque los pesticidas no están destinados a causar daño a los animales o insectos que no son plagas, aún pueden causar problemas con la reproducción, la capacidad de navegación y la salud general de las abejas.