A pesar de los cambios evolutivos que han ocurrido desde nuestros primeros orígenes cavernícolas, todavía vivimos nuestras vidas cíclicamente.
Como seres humanos, nuestras vidas giran en torno a las estaciones y, nos demos cuenta o no, estos cambios afectan cada parte de nuestras vidas. Las cosas operan y fluctúan en una naturaleza cíclica, reflejando los cambios anuales en el mundo natural.
La moda y la cultura cambian con las estaciones: un mes nos abastecemos de abrigos pesados y regalos de Navidad, y en otro compramos trajes de baño y reservamos vacaciones.
Las estaciones no solo afectan nuestras elecciones de vestuario y actividades. Incluso modificamos nuestras dietas para adaptarnos a lo que nuestros cuerpos anhelan, y los productos frescos están disponibles según la temporada. Los hábitos sutiles, como nuestras elecciones musicales y el contenido que consumimos, también fluctúan a medida que cambian las estaciones.